lunes, 2 de enero de 2012

Por favor, regálales un libro...

Si comenzó a comprar los regalos para los niños, se ha detenido a pensar en alguno que les alimente el espíritu

Muchos o la gran mayoría de niños en El Salvador rechazan la lectura porque les aburre, porque han tenido una pésima experiencia en la escuela, que lejos de acercarlos a los libros los aleja y los impulsa a los juegos electrónicos y a otras actividades que a la larga pueden ir en detrimento de la capacidad intelectual.
Está demostrado que un niño que lee tiene la disposición de ver las cosas desde otra perspectiva, de recrear los ambientes y las escenas que ha leído e imaginar otras nuevas. En otras palabras, crear sus propios universos, sus propias fantasías y desarrollar la sensibilidad y empatía.
En repetidas ocasiones he escuchado a Manlio Argueta, uno de los principales impulsores del fomento de la lectura, asegurar que las lecturas de Sandokán, celebre obra del italiano Emilio Salgari, lo motivó a leer apasionadamente. El resultado de las lecturas de Salgari nos brindó la oportunidad de tener en el director de la Biblioteca Nacional a uno de nuestros más importantes novelistas.
De igual manera he prestado atención a los testimonios de jóvenes que han leído un libro por recomendación de un amigo y éste se ha convertido en el detonante de la búsqueda de otro título del mismo autor u otro libro que tenga la misma corriente literaria del que ha reclamado su atención.
Tomando en cuenta todo lo anterior, jamás estaría de más regalar un libro a un niño, a un joven, y así dar la oportunidad de ver que en ellos no hay nada nocivo; que la lectura no se trata de un “castigo” y sí de una oportunidad única de cultivar algo más allá de la apariencia y la vanidad. Algo más allá de los juguetes y los morteros de navidad.  

Lunes, 12 de diciembre de 2011

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