lunes, 29 de septiembre de 2008

sábado, 6 de septiembre de 2008

Aprender a llorar

A veces, en noches en los cuales todos los caminos nos llevan a los cementerios en los que moraremos, comprendemos que existe un verdadero lugar en el que tendremos unos días de paz.
No hay manera de confirmarlo esta tarde, no hay quien pueda decirnos con qué ropa llegar, en qué estado, a qué horas habrá que llegar, pero sí existe una forma plena de convencernos que podríamos quedarnos por más de unos meses, unos años...
En este sitio podríamos aprender muchas cosas, una de ella, y de las más terribles es aprender a llorar, no llorar como los cocodrilos, o cacuíes, como asegura Oliverio, "llorar todo el insomnio y todo el día" y lo que resta del tiempo.
Aprender a llorar, significaría alejarnos de nuestros ojos, sí alejarnos, y acercarnos a nuestro mar, a nuestros puertos y devolvernos al llanto con el que llegamos a esta vida. Aprender a llorar para despedirnos para hundirnos en la sal de nuestras lágrimas, en un mar salado cercano a los cementerios.

martes, 2 de septiembre de 2008

Sufrir como perro en el oficio más lindo del mundo


De acuerdo con Gabriel García Márquez, el periodismo es el oficio más lindo del mundo, pero él sufre como un perro por la mala calidad y porque es difícil encontrar "auténticas joyas" redactadas.
En fin, si lo dice Gabo, hay que tomarlo en cuenta, pero que no olvide él que también los que hacemos el actual periodismo sufrimos como "verdaderos perros". Ya cada uno tendrá su razones...

Acá le dejo la nota de la agencia EFE.

El Premio Nobel de Literatura 1982, el colombiano Gabriel García Márquez, afirmó que "sufre como un perro" por la mala calidad del periodismo escrito y porque es raro encontrar notas o reportajes que sean "auténticas joyas". "El periodismo es una vaina que uno lleva por dentro", explicó el escritor antes de su participación en el VI Seminario Internacional sobre la búsqueda de la calidad periodística, al que asisten más de un centenar de comunicadores de América Latina, Europa y Estados Unidos.

El Premio Nobel se encuentra en Monterrey, capital del norteño estado mexicano de Nuevo León, para participar en la séptima edición de los premios que otorgan Cemex y la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano en las categorías de texto, fotografía y trayectoria a los más destacados periodistas latinoamericanos. El autor de Cien años de Soledad y de El amor en los tiempos del cólera, en un respiro para conversar con los medios antes del encuentro, lamentó que el periodismo actual se haga deprisa, por lo que los periodistas no pueden pensar mejor lo que escriben.

García Márquez dijo que el periodismo lo lleva en el alma y que es "el oficio más bello", y que contra eso "no hay nada que hacer". "No hay mejor oficio en el mundo que éste, pero ya a mi edad me aburre mucho", afirmó el Premio Nobel de Literatura quien obstante explicó que diariamente lee varios periódicos. "Cada mañana es un desastre, sufro como un perro", dijo.

El escritor ha sido reconocido con el Premio Rómulo Gallegos (1972), el Premio Jorge Dimitrov por la Paz (1979); Premio Nobel de Literatura (1982); de la Legión de Honor francesa (1982); y Orden del Águila Azteca (1982), entre otros. García Márquez señaló que su impresión es que los medios no dan tiempo suficiente a sus periodistas. Admitió que ahora los periódicos deben competir con la radio y la televisión, pero que la escritura tiene una gran ventaja sobre los medios electrónicos.

"Escribir sale del alma, los otros medios son aparatos, son máquinas", subrayó el literato colombiano. García Márquez, representante del denominado realismo mágico, destacó que encuentra muy pocos reportajes o notas que puedan ser consideradas "joyas", pero que cuando las encuentra piensa, "quién será este tipo". "Siempre ha sucedido así, pero antes había la ventaja de que el periódico era más difícil de hacer y las máquinas nunca funcionaban bien y daba tiempo para pensar un poquito", afirmó el autor de más de dos decenas de obras literarias.

"Ésa era la vida de los periodistas de antes, entonces sufríamos tanto que nos teníamos que emborrachar todas las noches", añadió García Márquez. Aseguró que ese "ciclo ya se cerró" y actualmente los periodistas ya no tienen tiempo para escribir, por lo que mejor se dedicó a escribir libros.