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martes, 18 de octubre de 2011
lunes, 17 de octubre de 2011
Querella de amor en tiempos modernos
Parodiando a Pedro Infante: pero quiero más a mi celu, porque por él te escribo...
Elvira Lindo, escritora española, cuenta en una reciente columna en el periódico español El País que en varias ocasiones ha sido citada por personas que le muestran un gran afecto a través del Facebook, de msn y tantas redes sociales que existen. Pero todas estas muestras de cariño se ven truncadas cuando se reúne con sus apasionados amigos y éstos pasan más tiempo atendiendo las redes sociales y los mensajes que reciben en su celular.
“Esas personas me dicen que me adoran. Que me adoran y que cuentan los días para verme. Que cuentan los días y que me quieren. Que me quieren y que nos va a faltar tiempo en una cena para contarme todo lo que me tienen que contar. Que nos va a faltar tiempo y que están deseando conocer mi opinión. Que desean conocer mi opinión y que nadie como yo para compartir este y otro secreto. ¿Y por qué? Porque soy adorable. Eso me dicen”, cuenta Lindo.
Insiste que toda esta rebosante manifestación de amor está marcada por la revitalización del género epistolar, ahora que está de moda mandar —sin razón ni medida— mensajes, colgar tweets, que parecen, como dijo un compañero de esta redacción, telegramas.
“Esas personas de las que hablo, las mismas que me adoran por escrito, suelen tener un iPhone o una Blackberry, a través de los cuales me escriben a mí esos deliciosos mensajes. El problema es que mientras están conmigo no renuncian a comunicarse con terceras personas. Con un ojo me miran a mí, que estoy situada a la izquierda, por ejemplo, y por el rabillo del otro, miran a su querido aparatito”, confiesa.
Mientras la leo, me pregunto: ¿cuántas veces habré sido uno de estos amigos, o cuántas veces he visto esta escena en la mesa contigua o en mi mesa?
Lindo reafirma su desconcierto porque la persona que tanto la ama no puede olvidarse del móvil por una hora, entonces sentencia: “no me quieras tanto”.
Twitter: @Pohemia
william.alfaro@eldiariodehoy.com
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domingo, 16 de octubre de 2011
Pedro Guerra: 5000 años
En 2008 hice este vídeo después de leer en las noticias la historia de los amantes de Valardo.Tres años después el vídeo se ha convertido en un homenaje al amor, todo gracias a esa bella metáfora de la vida y la voz de Pedro Guerra.
5.000 años
y aún estoy por tus huesos abrazado a tus huesos
respirando tu olor
5.000 años
y aún me saben tus besos al sabor de los besos
que se dan con sabor
nos protegió la primavera con una sábana de flores
y en el otoño de hojas secas melancolía en los colores
5.000 años
y no pudo ni el tiempo a través de los tiempos
eludir la pasión
y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo
5.000 años
y aún conservo el recuerdo del feliz cautiverio
de una luna de miel
5.000 años
y aún recibes mi cuerpo como un mundo desierto
donde todo es hacer
sobrevivimos al verano y a su mejilla más ardiente
y en el invierno nos guardamos bajo la sombra de la nieve
5.000 años
y aún me busco y me pierdo en el terco misterio
del amor y su red
y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo.
y aún estoy por tus huesos abrazado a tus huesos
respirando tu olor
5.000 años
y aún me saben tus besos al sabor de los besos
que se dan con sabor
nos protegió la primavera con una sábana de flores
y en el otoño de hojas secas melancolía en los colores
5.000 años
y no pudo ni el tiempo a través de los tiempos
eludir la pasión
y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo
5.000 años
y aún conservo el recuerdo del feliz cautiverio
de una luna de miel
5.000 años
y aún recibes mi cuerpo como un mundo desierto
donde todo es hacer
sobrevivimos al verano y a su mejilla más ardiente
y en el invierno nos guardamos bajo la sombra de la nieve
5.000 años
y aún me busco y me pierdo en el terco misterio
del amor y su red
y nos encontrarán
y sabrán que alguien te amó
el devenir será testigo
de cómo al hilo del amor
viví una eternidad
contigo.
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