Estas son las únicas palabras que tengo...

Estas son las únicas palabras que tengo,
unas pequeñas flores que no regué,
ni vi crecer porque no tengo un jardín en cual pueda fijarse el sol.
Estas son las únicas palabras que tengo,
un dolor en el fondo del corazón que se aferra al miedo,
irrevocable de perderlo todo cuando termine el día.
Estas son las únicas palabras que tengo,
una mano que arrastra el tiempo,
ciclos confundidos en un reloj de arena.
Estas son las únicas palabras que tengo,
una vigilia constante contra William,
ese fantasma que me persigue inalterable.
Estas son las únicas palabras que tengo,
un beso infinito frente al mar
y un pregunta por responder.

Cuando mi tiempo alcance tu tiempo...

Cuando mi tiempo alcance tu tiempo,
y tu tiempo se detenga junto al mío,
diremos que no hubo tiempo alguno
ni distancia capaz de separar
nuestras miradas.

Postreras llamadas del corazón.

Palabras...

Esta de más decirte que sigo buscando una palabra que sea capaz de conjugar con el universo para decirte cuanto te amo...

Sueño...

Despiértame para dormir.

Desiderátum

Quédate en centro de la casa,
desnúdate
y cuéntame ¿cómo nos reunimos en ese sueño?
No tengas miedo a marcharte,
nos reencontraremos en pocos días,
acá, en este mismo sitio.
Confía en el color del agua
y en aquellas palabras que provienen de su eco.
No tengas miedo a reencontrarte,
desnuda,
en corazón de la casa.

Es extraño hablar de este tema...

Es extraño hablar de este tema, de todas latitudes de las llamas, de las palmas sobre tu espalda, y las interminables dudas antes acostarnos.
A veces, entre las manos, alcanzo a atrapar una de esas mariposas, corro con ella a hundirme entre las flores de las sábana. La torturo a besos, y vienes sorprendida de encontrarme aún ahí, después de tanto tiempo. ¿Aún sigues aquí?, preguntas.
Es extraño hablar de este tema, de todas las naves quemadas, de tus palmas sobre mi espalda, y de las interminables respuestas antes de acostarnos.
A veces, entre los labios, alcanzas, junto con los dedos, a atrapar una de mis mariposas, corres con ella a hundirte entre las flores de las sábanas. La consuelas a besos, y llego sorprendido de encontrarte, ahí, después de tanto tiempo. ¿Te quedarás?, pregunto.
Es extraño hablar de este tema, de todos los reflejos en los que nos perdemos, por siempre.