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Immanuel Kant |
"Nunca discutas con un idiota, la gente podría no notar la diferencia"
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Esta tarde acompañé a Massiel, mi hija mayor y a mi sobrino Erick a ver el filme más esperado por los adolescentes. Ahorraré comentarios sobre la pelí, con decir que es un total bodrio, sin embargo, rescato haber compartido con ellos dos horas y 10 minutos, una cinta que no es de dibujos animados, lo cual significa que ya están creciendo.
Y es así, Massiel tiene 13 años y Erick, 11.
Antes de que comenzara la película, viendo los trailers de futuros estrenos, pasaron uno bastante violento, de ninjas asesinos, y al final del adelanto proyectaron la advertencia de que era para mayores de 12 años.
Erick me hizo la observación que a las películas para mayores de 12 años, los niños menores tenían que entrar acompañados de un adulto, ya que había muchos muertos. Enseguida, reflexionó, agregando, en este país a cada rato hay muertos…
Entendí que le daba igual que la película fuera para mayores de 12, 18 ó 21 años, él está acostumbrado a ver en los canales de tevé a la muerte pavonearse en los medios de comunicación sin que adviertan que es para una edad en especial.
También entiendo la otra parte de su reflexión, la implícita, la cual grita que este país es para mayores de 12 años, los que pueden ver “muertos por todos lados”.
La luna, el origen de la fascinación
William Alfaro, periodista
Ya se veía venir, y no se trata de una premonición, pero sí del franco resultado de la mediocridad, la inoperancia y la falta de criterio, para fortuna de los salvadoreños, de un reducido sector del periodismo nacional.
Sencillamente vergonzoso. Esta tarde, la mesa deportiva, que vela por organizar y sancionar el Torneo de fútbol Wilfredo Peñate, APES 2009, ratificó mi expulsión del campeonato por una crítica que manifesté en el blog del equipo.
El caso está registrado AQUÍ, y como muestra de apelación, mis compañeros levantaron y firmaron la carta que dejaré al final de este post. La misma fue entregada y no tuvo un efecto positivo en los jueces.
A pesar de ello, y luego de hacerles ver su gravísimo error, los representantes de la mesa, periodistas todos, volvieron a sancionar la expulsión. Afirmaron que la Junta Directiva de la APES, les hizo saber que “respetaría” la decisión de la mesa.
Acá no caben los eufemismos, la APES, y quiero creer que no todos los directivos están al tanto de este pequeño escándalo, ya que ahí se encuentra un respetable número de profesionales, está avalando una sanción de censura, ya que mi expulsión de dicho campeonato de fútbol obedece a una situación extra deportiva.
El que calla otorga, y en los próximos días exigiré a la APES un pronunciamiento sobre este tema, ya que por lo visto, no ha medido la gravedad que puede generar que un grupito de sus socios estén censurando blogs por no compartir sus puntos de vista, o guardar silencio, una costumbre tan arraigada en este país en el que puede sucede cualquier cosa.
Esto debe cambiar, y por ahora, quiero respuestas.
PD. Aquí está la reproducción de la postura oficial del equipo, a pesar de que también exigieron que se dieran de baja el post en el que se hizo la crítica.
Señores representantes Torneo APES de Fútbol 2009 Presentes, Estimados señores,
Un saludo cordial de parte del equipo EDH Deportes, formado por empleados de El Diario de Hoy. Les deseamos éxitos en todos sus proyectos.
Por este medio queremos establecer nuestra postura sobre el caso de la expulsión de nuestro jugador William Alfaro de este torneo, decisión tomada el pasado martes 5 de mayo. Basamos nuestra posición en los siguientes puntos:
Gracias por su atención a la presente.
Les dejo un saludo cordial.
Atentamente,
Carlos Vides
Representante
EDH Deportes
P.D.: Esta misiva está acompañada por las firmas de los miembros del equipo EDH Deportes.
C.C.: Junta directiva de APES.
A punto de cerrar el día, el último día, busco una palabra para abrir esa puerta. No quiero dejar que te consumas, tiempo que no volverá más que en los retratos, en los almanaques y en los viejos correos de nuestras conversaciones.
Llegaste como cualquier otro, pero te quedarás acá, marcándonos para siempre y ahí estaremos en tus horas, y vos en nuestros rostros.
Ahora hazte pedazos en mis manos.