lunes, 23 de marzo de 2009

Todas las puertas del universo (Pequeñas palabras)


Todas las puertas del universo

William Alfaro, periodista
El Diario de Hoy

Hace dos días, por decreto de la UNESCO, se celebró el noveno Día Mundial de la Poesía.

Una de las razones del festejo es promover la poesía como una fórmula esencial que restablezca el diálogo entre la poética y las demás artes, siendo vocera de temas como la paz, la no violencia, la tolerancia, la verdad y la justicia.


Miles de poetas en todo el mundo salen a las calles a recitar sus más bellos versos y los intelectuales realizan cátedras para definir si en realidad la poesía sirve para algo.
Y desde luego que sirve para todo.

En ella están reunidas las grandes emociones de la humanidad, las buenas y las malas, incluso, las razones del amor y el odio.


Muchas personas buscan a través de la poesía exteriorizar causas que van más allá de las metáforas, de mundos oníricos y amorfos, de entelequias.


Buscan acercarse al fondo de la creación y comprender que las palabras, como “los seres vivos”, respiran, palpitan...


Al hablar de la poesía, el Nobel mexicano Octavio Paz aseguró que ésta “no pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”.


La poesía es tantas cosas, un lente a través del cual Jorge Luis Borges pudo “ver en la muerte el sueño, en el ocaso/ Un triste oro, tal es la poesía/ Que es inmortal y pobre. La poesía/ Vuelve como la aurora y el ocaso”.


O ser, como para el poeta Gabriel Celaya, “un arma cargada de futuro”, o un poemario que abra todas las puertas del universo.

No hay comentarios.: