lunes, 9 de febrero de 2009

El amor, más allá de la muerte (Pequeñas palabras)

El amor, más allá de la muerte

William Alfaro, periodista

El Diario de Hoy


Hace cuatro años Tim Burton estrenó Corpse Bride ("El Cadáver de la Novia"), la adaptación de un cuento de Europa del Este, que transcurre en un pueblo del XIX.
La cinta, creada en "stop motion", narra la historia de Víctor, quien viaja con un amigo al pueblo, donde se casará con Victoria.
Al descansar en un bosque cercano, Víctor bromea con compañero de viaje, y le pone el anillo a un hueso que encuentra, y cuya forma se asemeja a la de un dedo.
En efecto, el hueso es "El dedo" —tal y como se llama el cuento original—, que pertenece al cuerpo de una chica que había sido asesinada, y quien resucita para reclamar a Víctor como esposo.
La chica hace cumplir a Víctor una promesa de amor, un compromiso irreductible...
Se dice que con el amor no se juega, y es por ello que los verdaderos amantes se prometen amor eterno. Para unos termina con la muerte, y para otros, más allá de ella.
Por ejemplo, Christel Demichel, se casó, en febrero de 2004, con Eric, su novio muerto dos años antes en un accidente de tráfico en París.
El año anterior, el pintor francés Jean-Louis Ronzier, de 68 años, logró por fin casarse con su novia, Martine, quien murió en la década de los 80, a causa de una enfermedad.
Para realizar la boda, Ronzier obtuvo un permiso especial de Nicolás Sarkozy, ya que según el Código Civil francés, sólo él puede autorizar un matrimonio póstumo.
Hace dos semanas, en Londres, Alan Hooley —25 años— cumplió la fecha de boda que tenía con Charlotte, quien murió en un accidente de autos. Invitó a 250 personas, y llevó una cadena con un diamante hecho con las cenizas de Charlotte, una joya de casi 80 mil dólares, para un amor invaluable.

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