martes, 18 de marzo de 2008

Los sueños profundos del pecado (Pequeñas palabras)


Los sueños profundos del pecado

William Alfaro, periodista
El Diario de Hoy

“¡No todas las noches son azules!”, aseguró Gabriel al despedirse del taxista que le llevó hasta Ilopango.
La primera noche de las vacaciones de la Semana Santa de 2002 le jugó una de las pasadas más asombrosas que le cambiaron la vida.
“Esa noche, cerca de La Terminal de Oriente —cuenta el taxista la historia de Gabriel— el chavo conoció a una mujer llamada Rosa... No Rosita Alvírez, la de la canción, pero muy ligera de ropas”.
Gabriel, sentado una de las mesas de un bar, atendió a la invitación de la mujer. Tomó “dos que tres” y se quedó totalmente fondeado.
Despertó dos días después en una cama del Rosales, ahí se enteró que Rosita, no era la de la canción como narró el taxista, era una de las “dormilonas” tan afamadas en aquellos años.
“Ahuevado”, comenzó a averiguar ¿quiénes lo habían llevado? “La Cruz Verde —le contaron—. Y ya es famoso porque lo sacaron en la tele”.
Después de una retahíla de improperios a la memoria de su santa madre, recibió el alta y tuvo que salir del hospital sin un peso en la bolsa.
No había recibido ninguna visita, no tiene familia en San Salvador y a lo mejor ni vieron la televisión, pensó.
Pero se equivocó. Apenas salió del hospital, “de casualidad”, se encontró con un chero, en la “caminada” desde el hospital hasta el centro para tomar la “14”, que le dijo que también salió en los diarios.
Enojado, decidió ir a buscar a la Rosita. Ahí estaba, como si nada. Se sentó en la mesa y le pidió explicaciones. La mujer negó todo, pero aún así le soltó un par de cachetadas.
Lo grueso fue cuando llegó la “choricera” a calmar la cosa y, “sus mismos compañeros”, se lo llevaron lo que restaba de las vacaciones a las enrejadas.
Eso nos contó el taxista.

1 comentario:

Mauricio Vallejo Márquez dijo...

Los taxistas son una hermosa cantera. Muchas historias surgen de esos tipos que conocen sus calles como William Alfaro conoce a Oliverio Girondo.