Un mes es un mes y estuve a pocos días de perder para siempre las ganas de volver a actualizar este blog.
Ir y venir de un lado a otro, llegadas en las madrugadas y despedidas abruptas como la de Heriberto Montano, me hacen reflexionar sobre la poca o mucha importancia del tiempo.
En fin, ahora las palabras son minutos en el fondo de un reloj de arena.
Aquí estamos otra vez.
Ir y venir de un lado a otro, llegadas en las madrugadas y despedidas abruptas como la de Heriberto Montano, me hacen reflexionar sobre la poca o mucha importancia del tiempo.
En fin, ahora las palabras son minutos en el fondo de un reloj de arena.
Aquí estamos otra vez.
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