Puerto Santa Lucía, Florida, 5 de septiembre de 2007.
En esta edición:
1. Premio Centroamericano de Literatura “Francisco Gavidia”
2. Revista Ventana Abierta (Víctor Fuentes)
3. Una pasión por la literatura (Roy C. Boland e Inger Enkvist)
4. Ética y política: Violencia siempre (José M. Tojeira)
Premio Centroamericano de Literatura “Francisco Gavidia”
La Universidad Francisco Gavidia –con el respaldo del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, de El Salvador– hace público este evento literario, conscientes del sitial de honor que tiene la obra literaria de Francisco Gavidia, máximo exponente de las letras centroamericanas de todos los tiempos; al mismo tiempo, dar relevancia al espíritu integracionista que guió al insigne escritor salvadoreño, anuncia el Premio Centroamericano de Literatura “Francisco Gavidia”, en el género: Cuento.
Bases
1. Podrán participar los cuentistas centroamericanos residentes en la región, mayores de 18 años.
2. Los interesados deberán presentar un libro de cuentos inéditos, de temática libre, no premiado con anterioridad ni postulado a certámenes similares en el período que abarca esta Convocatoria, con una extensión mínima de 40 páginas, doble espacio, escritas a computadora sólo por el anverso, en tres ejemplares.
3. Los trabajos deberán estar firmados con seudónimo y acompañados de una plica de identificación en sobre cerrado, en cuyo exterior se harán constar el seudónimo, el título de la obra y el nombre del certamen, y en el interior se informará del nombre, nacionalidad, edad, domicilio, teléfono, correo electrónico y síntesis curricular del autor, y se incluirá fotocopia de un documento de identidad.
4. Los participantes enviarán sus obras a nombre del “Premio Centroamericano de Literatura Francisco Gavidia”, a Rectoría Universidad Francisco Gavidia, Alameda Roosevelt No. 3031, San Salvador, El Salvador, Centroamérica, donde se recibirán hasta el viernes 14 de septiembre, tomando en consideración la fecha del matasello.
5. El premio único consiste en $1.200.00 dólares americanos y medalla de oro. La premiación se realizará en las instalaciones de la universidad el día 7 de diciembre de 2007.
6. No podrán participar en el certamen miembros de las entidades convocadoras.
7. El Jurado calificador estará integrado por tres escritores de prestigio internacional.
8. Lo no contemplado en las presentes bases será resuelto por el Honorable Consejo Directivo de la Universidad Francisco Gavidia.
Revista Ventana Abierta
Víctor Fuentes, Editor
A mediados de septiembre coincidiendo con el cumplimiento de los 100 años de su director saldrá el número 23 de Ventana Abierta (otoño 2007) dedicado en "Homenaje al cuarenta aniversario de Cien años de soledad y a los cien de Luís Leal".
Correspondiendo con el Homenaje, en la sección "Ensayo" se reproduce uno de Isaías Lerner, "A propósito de cien años de soledad", que fuera, uno de los primeros, sino el primero, publicado, en 1969, escrito por un hispanista, en los Estados Unidos, sobre la gran novela, y el ensayo de la profesora Sara Poot-Herrera, "Entre los dones de Elena Poniatowska un don llamado Luís Leal".
En la sesiones habituales se publican relatos de Rima de Vallbona, Esther Davis, Raúl Mejía, y uno del propio don Luís, "El suéter rojo". En poesía, se publican versos de Horacio Peña, Liliana Valenzuela, Stella Moreno, Vladimir Monje y de varios más.
En la sección de Entrevistas" se publican dos, una con la famosa novelista chicana Ana Castillo y otra con la reconocida poeta española Pilar Paz Pasamar.
También a tono con el Homenaje al aniversario de la publicación de Cien Años de Soledad, la revista se cierra con una reseña de la última novela del gran Gabriel García Márquez, Memorias de mis putas tristes, a cargo de Sara García.
Para obtener o suscribirse a la revista, favor, ponerse en contacto con la administradora: zenaida.perez@chicano.ucsb.edu O escribir a "Ventana Abierta", Center for Chicano Studies, Univesity of California, Santa Bárbara, CA 93106.
Quienes quieran comunicarse con los editores pueden hacerlo a: Luis.leal3@gte.net o Fuentes@spanport.ucsb.edu
Una pasión por la literatura.
Estudios críticos sobre Mario Vargas Llosa, Volumen II
Editores: Roy C. Boland Osegueda (*) e Inger Enkvist
ISBN: 978-0-9775868-2-0
NIPO: 503-07-002-5
Melbourne/Madrid: Instituto Cervantes/Antípodas Monographs, 2007
A raíz del congreso sobre su vida y obra celebrado en Estocolmo en 2006, el Instituto Cervantes, Lunds Universitet y Antípodas Monographs anuncian la publicación de Una pasión por la literatura, el segundo número de la serie de Estudios críticos sobre Mario Vargas Llosa. Editado por Roy C. Boland Osegueda (Universidad de Sydney) e Inger Enkvist (Universidad de Lund), este tomo se abre con un artículo de Vargas Llosa, “El gusanillo de los libros”, al cual le siguen 13 artículos sobre diversas facetas de su producción literaria por un destacado elenco de especialistas, entre los que figuran José Miguel Oviedo, Albert Bensoussan, James Higgins, Roland Forgues, Marie-Madeleine Gladieu y Rita Gnutzmann. El tomo incluye además una Mesa Redonda en la que los escritores J.J. Armas Marcelo, Fietta Jarque, Nuria Amat y Fernando Iwasaki analizan el ideal cervantino que ilumina la obra del novelista peruano.
“Un libro de visión amplia y espíritu crítico que ilumina los fantasmas literarios e intelectuales de Mario Vargas Llosa” (José-Miguel A. Giraldes, Universidade da Coruña).
“Una aportación crítica de indudable relevancia para la comprensión de la obra de un apasionado escritor” (Luís Sánchez-Cuñat, Academia Norteamericana de la Lengua Española).
Precio (incluye gastos de envío) US $40. Sólo se aceptan cheques a nombre de Antípodas. Pedidos: Antípodas, PO Box 93, Jannali, NSW, 2226 Australia
Mayor información: editor@antipodas.com.au Sitio: www.antipodas.com.au
(*) Roy C. Boland Osegueda es un destacado académico australiano, de madre salvadoreña, cuya extensa obra incluye ensayo y crítica sobre literatura latinoamericana.
Ética y política: Violencia siempre
José M. Tojeira
Este sábado la UCA como Universidad fue tocada una vez más por la violencia. Perdimos hace unos meses a una empleada. Hoy ha sido un alumno, Mario Moreno, el que ha sido víctima de la irracional violencia que sigue dominando El Salvador y continúa siendo una de las más terribles plagas y epidemias del país. Mario era miembro de la institución de voluntariado, Un Techo para El Salvador, joven entusiasta del trabajo en favor de los más necesitados, generoso y entregado al servicio de quienes están en necesidad en el campo de la vivienda.
Su muerte nos obliga a reflexionar una vez más sobre esta maldita violencia que no cesa. Al menos esta vez la PNC ha reaccionado con rapidez, ha tratado solidariamente a los sobrevivientes del atentado (iban cuatro jóvenes cuando fueron asaltados) y los supuestos criminales han sido capturados. Esperamos que las demás instituciones funcionen adecuadamente y los culpables sean enjuiciados y castigados. Pero la captura de los violentos, casi excepcional en el tiempo en que vivimos, no impide la reflexión, sino que la alienta.
Esta epidemia de criminalidad desatada afecta a la gente más generosa y buena del país. No son, en una alta proporción, los malos los que mueren. Sino la gente sencilla, trabajadora, que sostiene el país con su trabajo y su actividad. Son también los jóvenes, muchos de ellos generosos, creativos, verdaderas promesas de una patria mejor, como Mario, los que son segados por la brutalidad. El Salvador no puede permitirse a sí mismo esta sangría, esta destrucción de su recurso humano, esta ruptura de la hermandad que debía ser nuestro elemento más común. Destrucción de la hermandad que produce todo asesinato, pero que es todavía más dura y grave cuando a quien se destruye es precisamente a quien está empeñado en construir la hermandad.
Está bien que en esta ocasión se haya detenido a los criminales. Pero el Estado, y con él toda la ciudadanía, debemos trabajar con mucha más intensidad en la prevención del crimen. Casos como el de Mario, o la situación que en estos momentos vive Chalchuapa, nos demuestran que tenemos demasiado por hacer. El Estado tiene que dedicar muchos más recursos a la prevención, a la investigación que permita desarticular estas bandas criminales antes de que la brutalidad llegue hasta la eliminación de gente generosa y buena. Generalmente los criminales no comienzan su carrera asesinando. Hay todo un proceso hasta llegar a la degradación que supone el derramamiento de la misma sangre, sangre fraterna de salvadoreño. Prevenir, tocar las asociaciones criminales, las conductas delictivas antes de que las mismas lleguen al grado más alto de su degradación, es imprescindible.
Así mismo nuestro país tiene que invertir mucho más en el campo de lo social. Las graves diferencias sociales, demasiado visibles, son una invitación al crimen. Porque la misma indiferencia ante el dolor de los más pobres es ya de por sí un crimen que llama a nuevos crímenes. Una joven que iba con Mario en el mismo vehículo, y que quedó gravemente herida, no fue aceptada en un hospital privado de San Miguel porque no tenía tarjeta de crédito. Y a pesar de que los familiares de otro miembro del Techo llamaron por teléfono para hacerse responsable de los costos, la doctora que atendía el centro privado rechazó el ingreso de la joven gravemente herida. Vergüenza en un médico que debía ser despojada de su profesión por conducta totalmente inmoral. Y también por conducta criminal, pues aunque no esté castigado por la ley el no aceptar a alguien en un centro médico privado, no por ello no deja de ser un crimen. Porque crimen es romper vínculos sociales, insultar al más limitado económicamente y despreciar la vida de los pobres.
Pero no sólo la doctora de ese centro privado se portó peor que un vulgar delincuente. Cada vez que vemos gente con hambre, enfermos sin solución, estructuras sociales que producen marginación, exclusión, tratos indignos, estamos en realidad portándonos como delincuentes si no tratamos de apoyar algún tipo de solución de esos problemas.
Jóvenes como los de Un Techo para El Salvador nos dan el ejemplo positivo. Son jóvenes sensibles ante la realidad que quieren construir una sociedad diferente. Más humana y donde quienes tienen un poco más se esfuercen, liberando su propia generosidad, por estar cerca de los que sufren. ¿Se merecen ellos la muerte, como le aconteció a Mario, o la cruel indiferencia de la doctora que no recibió la niña herida por los mismos delincuentes? Un país que no es capaz de proteger a su gente más generosa, que no impulsa y defiende la capacidad de servicio de aquellos a quienes con tanta facilidad llamamos el futuro de la patria, puede caer con en el círculo vicioso que con frecuencia se da entre violencia estructural y violencia delictiva. Que la muerte de Mario, su sacrificio en favor de los demás, nos ayude a tomar conciencia y a trabajar con más ahínco por un El Salvador más justo, más fraterno y más pacífico.
ArteNet © 2007 Mario Bencastro – Director. Fundación: 1999.
Correo: mbencastro@bellsouth.net Internet: www.MarioBencastro.org
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