Seleccione, sin miseria ni desperdicio
tantos poetas nacionales y extranjeros como pueda.
De preferencia frescos, recién cortados
o importados de lugares exóticos.
La variedad en la selección
y la constancia en la preparación
permiten que esta sea una receta auténtica
Mantenga siempre un presentador atlético
No porque haya ejercido de periodista deportivo
o porque su figura muestre bíceps, tríceps o cuádruceps
sino por la firme voluntad de “tener la peña”
durante más de la mitad del tiempo.
Para que no se aburra, agréguele -al presentador-
seiscientas “Bahías”
dos o tres por miércoles
dos mil cigarrillos
calculando una cajetilla por peña
una cámara digital,
indiscreta pero fiel
y de vez en cuando el silencio de los comensales.
Vístalo con camisas envidiables para las mujeres
(unisex, de manta, transparentes, robables...)
Hágalo acompañar de la plana mayor de Alkimia:
los colaboradores, cuasi bateadores emergentes,
los cuatro funcionarios públicos
(que sirven para darle forma de argolla al salcocho)
Y para incrementar su sabor no olvide agregar:
Invitados entusiastas, libros y plaquetes,
guitarras desafinadas, cantantes atrevidos,
correos indeseados, chambres histéricos, egos heridos,...
Recuerde: esto no sabrá nunca bien
si no aprende a sazonar con el verdadero ingrediente: Poesía.
Lo demás es imitación.
Sírvase cada miércoles, llueve, truene, relampaguee o se vaya la luz
“Hasta la poesía siempre”
2 comentarios:
Me gustó la receta. Difícil de igualar, debo decir, por lo que la hace un poco inútil para replicarla, pero no para disfrutarla.
Un saludo en mi primera visita a este sitio.
Suerte, otros doscientos miércoles más de poesía más y otros tantos post (como mínimo)
Gracias por el comentario. La verdá es que quiero llegar a 365, y después darme un descanso y, un día llegar como invitado. Ya veremos.
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